domingo, 21 de octubre de 2012

Capítulo 1 (Anaisu)

Haaai! Siento la tardanza... Dos meses!! LOOL
Como siempre digo... la culpa al instituto e3e
Aunque intentaré pasarme algo más por blogger o3o
En fin, el primer capi de mi historia xD
Espero que guste mi forma de escribir~ ^^U
Ah, y intentaré publicar con más frecuencia!! >w<''

Por fin, he llegado a la Academia Vocaloid a mis 14 años... cuando debería de tener 12.
Siento una sensación extraña, quizás es miedo, el miedo a ir dos años por detrás de los demás, y sentirme tonta. Y todo por ese maldito accidente que yo provoqué. Y también que al principio me negué a cantar, bailar o tocar algún instrumento. Durante ese tiempo me sentía inservible, aunque ahora me sigo sintiendo igual.
Me siento rara recorriendo estos pasillos de paredes color crema, porque no conozco a nadie, y toda la gente de mi edad ya conoce todo, y mi timidez me impide poder relacionarme con ellos.
Podía pedir ayuda a Rin y a Len, pero estaban en un nivel muchísimo más superior al mío, y no iban a mis clases. Tampoco conocía a nadie de la Escuela Vocaloid a la que fui, porque me quedé atrás en comparación de ellos y no me quise relacionar mucho.
Un escalofrío recorrió mi espalda, y me giré bruscamente esperando ver a alguien o a algo detrás de mí.
No había nada, sólo un extraño vacío inexistencial.
Lo que creo que sí ví fue un pelo de color azulado esconderse detrás de la pared. Pero sólo fue un segundo, no estaba del todo segura.
Fui a mirar por si alguien me estaba espiando. Miré y no había nadie. Sólo macetas con plantas de diversos tipos y las aulas de la Academia.
Me di la vuelta diciéndome a mi misma que eran imaginaciones mías.
Y me choqué contra algo.
Caí al suelo apoyándome sobre las manos. Estaba algo atontada, pero delante de mí vi a un chico, que igual que yo, cayó al suelo.
Me iba a levantar rápidamente a pedirle disculpas, pero él se me adelantó.
-Oh, lo siento mucho, qué torpe soy...
Me extiende la mano para ayudarme a levantarme. Aún medio aturdida, pensaba que iba a volver a caerme...
-No, no te disculpes, si la culpa es mia por...
En ese momento, no sabía qué era lo que me pasaba. ¿Por qué habré parado de hablar?
Noté cómo mis mejillas empezaban a sonrosarse, y me puse nerviosa.
-¿Hum? ¿Te pasa algo? Estás enrojeciendo... Será mejor que vayas a la enfermería. ¿Quieres que te acompañe?
-Ehh... N-no, no es necesario. Estoy bien.
-Oh, bueno, entonces me voy a clases, que ya han empezado y llego tarde. ¡Hasta otra!
Y se fue corriendo seguido de un pequeño pajarillo...
De repente reaccioné. ¡Las clases habían empezado! Y estaba desorientada, y ahora peor que antes.
Al instante, se me ocurrió una idea. Podía ir a mirar en la puerta de la Academia para ver si estaban las listas de las clases-
Llegué a la puerta y vi las listas. Solté un largo suspiro y miré en qué clase me tocaba ir.
A primera hora de la mañana me tocaba Canto en Inglés.
Me alegré, porque me gusta cantar, y más si es en otro idioma, y el inglés se me da bastante bien
Llegué al aula 402...
''402... Pues si que tiene muchas aulas este edificio -pensé-.''
...con media hora de retraso. No me atrevía a entrar.
Sé que de la vergüenza empezaría a enrojecer hasta no poder más. Pero en un acto de pequeño valor, toqué en la puerta y la abrí.
Todos, profesor incluido, se giraron para ver quién era.
Y, cómo no, me puse nerviosa.
Fui andando hasta la mesa del profesor de forma muy patosa. Cuando llegué hasta él, me preguntó:
-Tú... eres la nueva alumna. La señorita Anaisu Seimeinohi, si no me equivoco, ¿verdad?
-S-sí -respondí-. Eh... Siento haber llegado tan tarde, señor. Pero estaba muy desorientada y...
-Sí sí, lo entiendo - siguió él-. A todo el mundo nos ha pasado eso.
Me sonrió de una manera amable y cariñosa. En ese momento comprendí que era un profesor bueno, agradable y amable, y con mucha paciencia, que trataba muy bien a sus alumnos.
-Bien -continuó-, siéntese en el único sitio que queda libre, por favor.
Recorrí toda la clase con la vista, sin moverme. Y divisé el único sitio que había libre. Estaba al lado de la ventana.
Perfecto. Me encantaba estar al lado de la ventana. También me fijé en que estaba al lado del mismo chico con el que me tropecé.
Pensaba ya haberme calmado un poco con la amabilidad del profesor, pero por alguna razón me volví a poner mucho más nerviosa que antes.
Me senté bruscamente y me obligué a mirar por la ventana, intentando relajarme. Por alguna extraña razón, no podía.
-Bueno -empezó a decir el profesor-, como tenemos una nueva alumna en nuestra clase, nos toca presentarnos y ella presentarse a nosotros. ¿Qué le parece, señorita Anaisu?
-Me parece bien... -aunque estaba totalmente en desacuerdo-.
Sonreí, a pesar de que iba a pasarlo mal.
-Siéntese aquí, estará más cómoda.
Se lo agradecí y me senté, al menos así estaría algo más relajada.
-En fin -continuó el profesor de Inglés-, háblenos de usted. Por ejemplo.... qué tipo de instrumento es su especialidad.
-¿Mi especialidad...? Bueno... me gusta tocar la guitarra eléctrica, dicen que se me da bien. Quiero aprender a tocar el piano, pero no creo valer para eso...[...]

Después de infinitas preguntas del profesor, y dos clases más, por fin, el deseado recreo.
La academia tiene dos patios, tres, si se cuenta el campo donde se da la clase de baile.
Está el patio de la parte delantera, el más pequeño, con unos bancos y unos pocos árboles frutales a los lados, y la puerta principal de la Academia..
El patio trasero es el doble de grande, aunque se comparte con un parque de la ciudad, en el que algunos niños pequeños van a jugar.
Tiene una gran fuente en el medio, en la que está una gran clave de sol. También hay muchísimas flores en macetas, y un enorme campo lleno de ellas.
Y además hay diversos tipos de bancos donde sentarse, colocados en distintas zonas del patio.
A la otra mitad está el parque, con columpios, toboganes...

Decidí por irme al patio trasero, me tumbé en el campo de flores, y crucé los brazos por detrás de la cabeza, mientras pensaba en todo lo ocurrido hasta ahora.
De repente, una sombra se me acercó, abrí los ojos, y vi a una extraña chica con el pelo verde, atado a dos moños a cada lado de la cabeza con un mechón cayéndole por el lado izquierdo de la cara.
-¡Hola! -me saludó-. Hhhmmm.... Por casualidad no serás la chica nueva, ¿no?
-S-si... -contesté medio perpleja-.
-Así que eres la nueva... ¡¡Pues ven con migo!!
Y la seguí.
                                                                                                                            Continuará

En fin, si es muy largo decidlo, que las haré más cortas xDD
Bue, espero que gustase :3 De momento esta es la idea de la historia que tengo en la cabeza.
Para la próxima entrada pondré algo de info nwn
Y si los muñecos molestan para leer, los quito, vale? ^^
Bye!~ :3